FAQ
Preguntas Frecuentes
- Clinica Dental Armonía
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- FAQ
Los colutorios o enjuagues son un complemento de la higiene oral. Pero nunca deben reemplazar el cepillado. Dependiendo de sus componentes pueden ayudar a reforzar el esmalte, reducir la sensibilidad dental, eliminar bacterias y combatir el mal aliento. Por ello, su uso es más recomendable en pacientes con halitosis, mayor propensión a caries por problemas en el esmalte dental, gingivitis o periodontitis. Siempre recomendado por un odontólogo.
Es conveniente que la primera visita al ortodoncista sea alrededor de los 4 o 5 años, incluso cuando el crecimiento de los dientes parezca normal. Así, se podrá valorar la posición de los dientes y la mordida (oclusión), además del crecimiento de los huesos maxilares. Si todo es normal, se realizarán controles periódicos. Si existen alteraciones en el alineamiento o la mordida, podría realizarse una ortodoncia llamada interceptiva. Esta ortodoncia temprana –en el caso de ser necesaria– hace que cuando aparezcan los primeros y segundos molares definitivos calcen a la perfección todos los dientes y permite corregir el crecimiento inadecuado de los huesos maxilares. Normalmente, se emplean aparatos de ortodoncia removibles (plaquitas).
Lo ideal es lavarse los dientes después de cada comida. Si no es posible, por lo menos debe realizarse el cepillado dental dos veces al día, y siempre por la noche antes de dormir. También es importante el tiempo de cepillado y el método. Se recomienda que el cepillado dure de dos a tres minutos. La mejor técnica es con un cepillo suave, mango recto, de cabezal pequeño colocado en ángulo de 45 º, con movimientos de barrido, siempre desde la encía hacia el diente. Siempre hay que cepillar los dientes por dentro, por fuera y por la zona de masticación. Se debe cambiar el cepillo cada tres-cuatro meses o cuando las cerdas se encuentren desordenadas.
La seda y el hilo dental ayudan en la higiene interproximal (entre los dientes). Su uso elimina la placa dental (sarro blando) o los restos de alimentos que quedan en los espacios interdentales, además del margen entre el diente y la encía. Se debe usar al menos una vez al día. El cepillo interdental también ayuda a limpiar las áreas entre los dientes. Puede resultar más útil en los casos en los que los espacios entre los dientes son mas grandes. Consulta a tu dentista cual es más recomendado en tu caso.
Se trata de un dolor agudo de corta duración en los dientes que surge ante estímulos térmicos (comidas y bebidas frías o calientes), químicos o táctiles. Se produce cuando la dentina ( segunda capa del diente) queda expuesta con pequeños agujeros (túbulos dentinarios). De esta forma, estos agujeros sirven como canales que van hasta el centro del diente, donde se encuentra el nervio (pulpa). Así, al comer cosas frías, calientes, dulces o ácidos, se genera sensibilidad. Hay muchos factores por los que la dentina puede estar expuesta.
Se recomienda por primera vez al completarse la aparición de los dientes primarios, en torno a los dos años y medio. De igual manera se puede realizar al cumplir un año o con la erupción de los primeros dientes. También esto ayuda con el vínculo que el niño generará con el dentista, lo que facilitará futuras visitas, y un eventual tratamiento no será algo traumático para él ya que estará familiarizado con el área, y tendrá más confianza.
Acudir al dentista periódicamente ayuda a detectar problemas a tiempo y evitar tratamientos tardíos y de urgencia. Aunque no se sientan molestias ni dolores, ya que hay patologías que no generan síntomas hasta fases avanzadas. Así, las revisiones periódicas son una medida de prevención. La frecuencia de las visitas depende de la edad y el riesgo de cada paciente. Suele recomendarse entre seis meses y un año.